La producción de materias primas agrícolas depende en mayor o menor medida de los pequeños agricultores.
Por un lado, los pequeños agricultores pueden actuar como amortiguadores durante las fluctuaciones del mercado. Por otro, debido a la falta de recursos, los pequeños agricultores pueden suponer un riesgo para sectores enteros.
Sin embargo, las estructuras agrícolas a pequeña escala también prometen bellas imágenes e historias emotivas. Desde la perspectiva de las corporaciones alimentarias de los países industrializados, el argumento comercial a favor de los proyectos de pequeños agricultores es claro: seguridad y precio del suministro, calidad de la materia prima.
Por lo general, los proyectos para pequeños agricultores tienen como objetivo garantizar que los agricultores y sus familias puedan vivir de sus explotaciones a medio plazo sin dejar de cultivar los productos con la calidad deseada. A cambio, la población obtiene acceso a servicios básicos (sanidad, educación). Los agricultores (a menudo mujeres) reciben formación y apoyo técnico para gestionar su agricultura de forma sostenible y rentable.
Estos proyectos son muy exigentes y requieren un alto nivel de compromiso por parte de todos los implicados, por no hablar de los recursos financieros. Y, naturalmente, es una experiencia muy gratificante cuando se consigue preservar una empresa familiar.
Pero, ¿es ésta realmente la forma más eficaz de mantener a la gente fuera de la pobreza y proteger el medio ambiente? ¿Respetamos realmente las necesidades de la gente o les imponemos nuestras suposiciones?
La organización sin ánimo de lucro Give Directly se basa en el principio de que las personas saben mejor qué hacer.
Give Directly proporciona a las personas una renta básica, por ejemplo, 22,50 dólares al mes durante 12 años en un proyecto en Kenia. En este proyecto, 22.000 (!) personas reciben su renta básica. Incluidos los miembros de las familias, un número muy elevado de personas se benefician del proyecto.
Los primeros resultados son muy prometedores y muestran, entre otras cosas, que la gente abandona su anterior fuente de ingresos (exclusivamente la agricultura) y crea su propia empresa. Los ingresos familiares y el bienestar general aumentan considerablemente en algunos casos.
Para la agricultura de los pueblos, esto podría provocar algunos cambios. Cabe suponer que las estructuras se harán más grandes y, posiblemente, el cultivo se hará más profesional y eficiente en general.
Para apoyar aún más los objetivos de sostenibilidad y capacitación económica en las comunidades rurales, el software Relaticos SRM ofrece soluciones innovadoras que mejoran la transparencia de la cadena de suministro, la eficiencia y la colaboración entre los pequeños agricultores y los mercados mundiales, allanando el camino para prácticas agrícolas más resistentes y sostenibles.
Bernd posee una amplia experiencia en adquisiciones estratégicas, moldeada por su permanencia en Eckes-Granini, Symrise y DuPont de Nemours. Actualmente, se centra en el abastecimiento sostenible y las cadenas de suministro, colaborando con el equipo de relatico para desarrollar soluciones de software prácticas. Además, Bernd dirige su propio negocio agrícola y participa en proyectos de cadena de suministro a nivel mundial.