En el panorama cambiante de la responsabilidad corporativa global, el impulso hacia prácticas empresariales sostenibles y éticas ha llevado al desarrollo de varios marcos legislativos. Entre ellos, la Ley alemana sobre la cadena de suministro (Lieferkettensorgfaltspflichtengesetz, LkSG), la Directiva sobre la diligencia debida en materia de sostenibilidad empresarial (CSDD) y la Directiva sobre la elaboración de informes de sostenibilidad empresarial (CSRD) destacan como iniciativas pioneras destinadas a promover los derechos humanos y las normas medioambientales en las cadenas de suministro. Este artículo profundiza en las diferencias y similitudes entre estas directivas y ofrece una visión de su ámbito de aplicación, obligaciones de información y principios fundamentales.
Ahora que se ha confirmado la aplicación de la Directiva, es más importante que nunca conocer sus diferencias.
La LkSG, en vigor a partir de 2023, obliga a las empresas con más de 3.000 empleados (y a partir de 2024, a las empresas con más de 1.000 empleados) a garantizar que sus cadenas de suministro respetan los derechos humanos y las normas medioambientales. Esta normativa nacional subraya el compromiso de Alemania de fomentar la responsabilidad empresarial más allá de sus fronteras.
La CSDD, una iniciativa de la Unión Europea, pretende extender los principios de diligencia debida y responsabilidad a todos los Estados miembros. Inicialmente, se dirige a empresas con más de 1.000 empleados, con planes para ampliar su alcance a entidades más pequeñas, lo que indica un enfoque gradual hacia la inclusión. El calendario de aplicación de la directiva sugiere una implantación gradual, empezando por las grandes empresas antes de llegar en cascada a las medianas.
La Directiva, que será obligatoria a partir de enero de 2025 para las empresas con al menos 250 empleados y umbrales financieros significativos, se centra en la normalización de los informes de sostenibilidad. Introduce normas rigurosas para mejorar la transparencia y la comparabilidad de los datos de sostenibilidad en toda la UE. En particular, la Directiva hace hincapié en la importancia de la doble materialidad, evaluando tanto el impacto de las operaciones de la empresa en el medio ambiente como viceversa.
Mientras que la LkSG exige a las empresas afectadas que presenten informes anuales a la Oficina Federal de Asuntos Económicos y Control de las Exportaciones (BAFA), la CSDD carece actualmente de mandatos específicos de presentación de informes, que se prevé que sean abordados por la CSRD. La CSRD, en cambio, especifica el contenido y el formato de los informes de sostenibilidad, integrándolos en los informes financieros anuales y sometiéndolos a auditorías externas y a la aprobación del consejo de administración.
Tanto la LkSG como la CSDD se centran en salvaguardar los derechos humanos y la integridad medioambiental dentro de las cadenas de suministro, exigiendo a las empresas que se comprometan proactivamente con sus proveedores. El CSRD, sin embargo, se dedica a la presentación de informes, con el objetivo de normalizar y hacer comparables los datos sobre sostenibilidad. Introduce el concepto de doble materialidad, ayudando a las empresas a identificar y priorizar las cuestiones de sostenibilidad relevantes.
Mientras que la LkSG se centra específicamente en cuestiones de derechos humanos como el trabajo infantil, el trabajo forzoso y la discriminación, se espera que la CSDD abarque preocupaciones similares, solapándose así significativamente con la LkSG. La DSCD, aunque se centra principalmente en la presentación de informes, comparte puntos en común con las otras dos directivas en cuanto a la promoción de la transparencia en la gobernanza y la responsabilidad social de las empresas.
Las empresas alemanas que ya se han adaptado a la LkSG pueden encontrarse en una situación de ventaja competitiva, ya que pueden aprovechar los procesos existentes para cumplir los requisitos de la CSDD y la CSRD. Este trabajo preparatorio no sólo las posiciona favorablemente en el mercado europeo, sino que también subraya el beneficio estratégico que supone el cumplimiento temprano de las normas reglamentarias en evolución.
La LkSG, la CSDD y la CSRD representan colectivamente un cambio significativo hacia operaciones empresariales más éticas, sostenibles y transparentes. Aunque comparten objetivos comunes, los matices en su aplicación, ámbito de aplicación y requisitos de información reflejan un enfoque estratificado para abordar los complejos retos de las cadenas de suministro mundiales. A medida que estas directivas evolucionan y se entrecruzan, se insta a las empresas que operan dentro y fuera de la UE a mantenerse informadas y ágiles, adaptando sus prácticas no sólo para cumplir los mandatos legales, sino para liderar el camino de la sostenibilidad corporativa.
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Bernd posee una amplia experiencia en adquisiciones estratégicas, moldeada por su permanencia en Eckes-Granini, Symrise y DuPont de Nemours. Actualmente, se centra en el abastecimiento sostenible y las cadenas de suministro, colaborando con el equipo de relatico para desarrollar soluciones de software prácticas. Además, Bernd dirige su propio negocio agrícola y participa en proyectos de cadena de suministro a nivel mundial.